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lunes, 7 de abril de 2014

La necesidad de una Ley de Segunda Oportunidad (A propósito de una entrada de Elena Alfaro Aguila-Real en su Blog [INQUIETANZAS, http://inquietanzas.blogspot.com.es/])


Tengo que dar noticia de una excelente entrada de Elena Alfaro Águila-Real, que es hermana del catedrático de D. Mercantil, Jesús Alfaro, autor del blog más notorio e importante de este país en materia de Derecho privado, como es bien sabido por quienes nos dedicamos a esta parcela del ordenamiento jurídico :)).

Hago esta entrada aquí, aunque también lo haré más escuetamente en su blog, por supuesto, porque Elena se expresa clara y contundentemente en pro de la necesidad de aprobar ya una Ley de Segunda Oportunidad. Una entrada que invito a leer y, si se tiene materia prima suficiente, incluso a empatizar (v. http://inquietanzas.blogspot.com.es/2014/04/segunda-oportunidad.html ).

Yo también lo creo igual. De hecho así también lo he defendido ya en otros blogs y en otros foros académicos (en concreto así lo he manifestado en una comunicación a unas excelentes y prestigiosas Jornadas realizadas en Valladolid con motivo de un más que merecido Homenaje al tristemente desaparecido Emilio Beltrán, catedrático de Derecho Mercantil tristemente desparecido, y que tuvieron lugar a principios de marzo pasado) y, asimismo, es algo que también defiendo ya con ocasión de un más extenso comentario crítico a nuestro Derecho Concursal (es una contribución de próxima aparición, pues es una aportación más densa y académica que se integra en el marco una obra colectiva dirigida por Gemma Patón García, La liquidación de empresas en crisis: aspectos laborales, fiscales y mercantiles, Editorial Bosch, 2014, ya en prensa y de próxima aparición). En ambas ocasiones me he mostrado favorable a la iniciativa que apunta Elena Alfaro, pero que también se propugna desde distintos foros y ámbitos, institucionales o no, una posición favorable a una pronta e imprescindible reforma de nuestra vigente Ley Concursal de 2003 a fin de evitar, como bien postulara la propia defensora del Pueblo en su informe del pasado octubre de 2013 a fin de impedir lo más pronto posible que se extienda el creciente, obsceno e inaceptable fenómeno social de suicidios vinculados a las ejecuciones hipotecarias y, más aún, el consustancial y/o no menos frecuente y preocupante fenómeno de "Exclusión Social" por parte de los concursados, quienes se aíslan ante estos difíciles momentos y se ven y perciben personalmente como una suerte de "apestados sociales".

No podemos permanecer como insensibles espectadores ante tal falla social. Es preciso abogar en pro del "Nuevo Comienzo", del llamado por los americanos "Fresh Start". En esta precisa línea reformista hemos abogado por la necesidad de modificar cuanto antes la vigente Ley Concursal, para hacer factible lo más pronto posible esos inequívocamente sociales y loables fines de política jurídica, unos objetivos que cualquier persona con un mínimo de empatía no puede sino reclamar ya, abiertamente ya. No para después del verano, ni para el año próximo. Ya es ya. Estamos ante un problema real que exige de una respuesta no pronta sino inmediata, porque no hay razón para demorar lo que el sentido común reclama hacer inmediatamente. Ninguna consideración secundaria para obstar a la reforma, ni una. Invito a que me digan qué razones adjetivas se oponen al fin sustantivo que enunciamos aquí.

Pero mientras que ello no acontezca, debo indicar que ya he postulado la conveniencia de extender la RSE al ámbito concursal, para hacer de ese nicho socioeconómico y jurídico una nueva "veta" en el que extender (en especial las grandes corporaciones de este país, con sus pigües cuentas de resultados y reparto de sabrosos dividendos a sus accionistas, a pesar de la crisis mundial tan feroz y depredadora en la que habitamos el resto de mortales) sus honestas. auténticas y solidarias campañas de RSE. No tiene mucho sentido que grandes corporaciones, ingentes empresas que cotizan en Bolsa y, asimismo, en mayor o menor medida también las distintas Administraciones Públicas (Gobiernos Europeo, Central y Autonómicos, Diputaciones así como también ciertos Ayuntamientos, por supuesto, siempre me refiero a las AAPP "que estén más saneadas y holgadas financieramente hablando") que aunque abogan abiertamente por el cumplimento y promoción de fines sociales, sin embargo se hagan las completas desentendidas cuando más es preciso, allí donde más lo es. Cuando las personas no les queda nada y se ven abocadas al ostracismo social, sea o no por un error subjetivo o no de cómo la sociedad los percibe ante su fracaso económico (eso da igual, francamente, pues lo importante es que se aislan y se salen del sistema, por la razón que sea, más subjetiva o menos). Lo trascendente es que cada día más nuestros vecinos, amigos y hermanos se hallan al borde de la desesperación y quienes tienen brillantes y resplandecientes planes de RSE en sus páginas web o en sus Parlamentos correspondientes no sientan la menor empatía por quienes les deben dinero y/o de quienes saben que, muy probablemente, no podrán llegar a pagárselo jamás. Nunca. Nunca. 

Al final todo se reduce a una doble opción: es el perdón o la justicia. Frente a la ordinaria y convencional regla de la "Justicia" (esto es, la aplicación de la norma insensible que vela por la recta opción solutoria en fase concursal, a saber: "la promoción y consecución del pago de las deudas lo más puntual, íntegra y, a ser posible, también educadamente que sea posible por parte de los concursados") se plantea el "Perdón" (es decir, en términos jurídicos, la quita mayor o menor medida o, llegado el caso, incluso de alcance total, es decir, la "condonación", una categoría juridica que encerraría abiertamente una donación --en este caso, quasi pietatis causa--; e incluso, si se es cristiano católico apostólico, directamente se invocaria a la "misericordia", sí, sí, esa loable virtud de que tanto se nos ha apelado en nuestro día a día en las iglesias para que la alberguemos y construyamos en nuestro interior). Pues en esta última lógica me muevo, nos movemos muchos, como, p. ej., Elena Alfaro o, antes ya, la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, de ascendencia popular como es sabido. Hay que venir a sumar(se) a esta línea de pensamiento y sentimiento, hay que venir a sumar, no a restar. Es muy simple: o bien lo haces o bien eres cómplice del status quo en que nos hallamos. No parece que quepan más visiones. Pero admito sugerencias correctoras de mi miopía emocional, por supuesto.

Así que mi propuesta es el recurso, como forma más inmediata, a la RSE, al menos, mientras que los gobernantes no se decidan a corregir la Justicia y hacerla más social. Pero no soy muy optimista, porque "las cosas de palacio van despacio"... eso al menos dice el dicho "popular", así que no es de extrañar que el PP no se precipite en dar respuesta a este evidente, sangrante y ya luctuoso problema social o no, al menos, hasta que hayan más suicidios o, incluso, mientras que nuestras calles no empiecen a parecerse a las calles norteamericanas, donde los homeless, los "populares sintecho" patrimonial, empiecen a vagabundear o, más allá, a crear sus propios submundos y apartarse ignominiosamente de una pétrea sociedad que nos le entiende, ni les da, precisamente, una segunda oportunidad, un nuevo comienzo, un fresh start.

Quiero dejar claro que esta crítica la hago al partido en el Gobierno (sé, me consta que hay algunos amigos populares que comparten esta línea política, pero sé que son aún neta minoría en el PP, vaya ya por delante, pues una cuestión de justicia reconocerlo, ya que, también en este tema, las generalizaciones siempre son odiosas y torticeras), pero no supone, en modo alguno, que esté convencido simultáneamente que los políticos que están ahora en la oposición se fueran a comportar de otro modo, por tanto, quiero dejar meridianamente claro que no quiero que, oportunistamente, alguien "accidentalmente y como el que no quiere la cosa" venga a manipular mis palabras y que, por tanto, se lea esto como una invitación política por otra diferente opción partidista (PSOE, UPyD, IU, Partidos Autonómicos relevantes que actúen de bisagra en el poder central, etc.), en modo alguno, pues como es bien sabido... la historia nos ha demostrado sobradas veces que la "Responsabilidad de Gobierno" --o el "Sentido de Estado" como les gusta decir grandilocuentemente a los políticos de turno que ocupen el poder-- tiene la "extraña y maligna virtud" de transformar o mutar las ideologías que inicialmente eran cristalinas, para enturbiarlas y decir aquello del "Donde dije digo.. -ahora- digo Diego".

Me complace la entrada de Elena Alfaro y se viene a sumar a una corriente de gente que quiere cambiar la realidad social de este país, cuando más se necesita hacer. Al final para entenderlo y para implicarse todo se explica y justifica de forma muy simple, vamos que casi no precisa ni explicación, bastan tan sólo tener claras unas cuantas decenas, centenas o millares de palabras que están bien definidas en el diccionario: Empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía, empatía... "e così vía", que dicen los italianos.

Dije bien que eran unas cuantas decenas, centena o millares de palabras, cuantas más mejor, aunque sé que alguno me pudiera decir plausiblemente que yerro, que bien pudieran todas ellas reducirse a una sola palabra, a un sólo término: EMPATÍA. Pero no creo que una sóla empatía fuera suficiente, se ha demostrada que una sóla no lo ha logrado. Un sólo término implica el término del camino empático. Por eso sé que se precisan muchas empatías para cambiar esto... asi que, por favor, trata de hacer un ejercicio de empatía, de ponerte --como dicen los indios, al menos treinta días los zapatos del eventual enjuiciado antes de juzgarlo-- y, por favor, trata de imaginarte "a ti, sí a tí, a tí"... al borde del precipicio, en la tesitura de salir del sistema o ser, no ya un antisistema, sino un extrasistema... un marginado social. ¿Te parece lejos? Pues no lo está... nadie sabe qué vueltas dará la vida, nadie... hagamos posible un nuevo escenario de vida o de mundo, de modo que si se nos vuelca la vida... no queramos quitarnos del medio o salirnos de este, pese a todo, magnifíco "Primer Mundo", en el por un azar la de la -¡¿diosa!?- fortuna, (no quiero decir o emplear la palabra Providencia, porque no podría ni sabría explicar por qué una Voluntad Superior y Divina quiso que yo mereciera el supremo don de no estar ahora intentando saltar la valla de Ceuta o Melilla) nos tocó privilegiadamente nacer y vivir, pero confiemos que no nos toque morir por falta de una mínima empatía.

Súmate, no restes, por favor... si no lo haces por ell@s --ya dramática o trágicamente implicados--, o por nosotr@s --también potenciales y/o eventuales concursados--, al menos hazlo por tí, sí, "hipotéticamente por tí", si te quieres al menos. Y si lo haces te daré las gracias, qué menos que dar muchas gracias a quien intente hacer de este injusto mundo un lugar mejor en el que vivir.

8 comentarios:

  1. Muy buenas a todos/as

    A raíz de esta entrada y con motivo de la entrada en el Blog “Inquietanzas” de Elena Alfaro, tengo que ofrecer mi opinión sobre el debate dispuesto sobre en la mesa a razón de la reforma jurídica que se pide desde distintos ámbitos de nuestra sociedad, en cuanto a una segunda oportunidad para aquellas personas que han sufrido cualquier tipo de situación concursal, y han visto truncados sus sueños laborales, empresariales y de proyecto de vida.

    Soy de los que pienso que todas las leyes son mejorables, y sobre todo aquellas que hagan prosperar a las sociedades en su conjunto, a un mundo más igualitario. Y tengo que apoyar la postura de ofrecer otras vías que eviten la exclusión de nuestra sociedad a todas aquellas personas, que por apostar parte de su patrimonio en busca de un sueño, ahora todo se torna en pesadilla. Más allá del cambio jurídico en cuanto a la legislación del tema a debate, en la parte que toca a las instituciones económicas, y a la RSE, deben ser éstas las que debieran dar un paso hacia delante, sobre todo aquellas instituciones financieras que han envuelto al mundo en un caos económico, asumiendo la responsabilidad que han tenido y tienen en la situación actual.

    No hay que buscar lavados de imagen, sino aceptar una responsabilidad intrínseca a la relación que sus gestiones han tenido con la sociedad, en busca de fortalecerla, porque al igual que el mundo es difícil vislumbrarlo sin democracia y políticos (los buenos), el mundo tampoco es visible en un corto o medio plazo, sin estas instituciones económicas de vital importancia en el sistema económico actual, siempre creyendo que éste es manifiestamente mejorable, antes que implantar otras utopías.

    Por lo tanto, junto a la necesidad de una nueva legislación en la materia, se une la necesidad, de que mientras no sea de carácter obligatorio, todas aquellas instituciones públicas y privadas que han truncado el sueño de muchas personas, voluntariamente den un paso hacia adelante dando un ejemplo de responsabilidad, ante la sociedad, al igual que lo hacen con sus accionistas. Aquellas que lo logren abrirán un melón, al que se tendrán que unir el resto, ya que al final si no lo hacen, les ocurrirá como a las personas víctimas de la crisis, que quedarán fuera del sistema.

    Un cordial saludo

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  2. LA NECESIDAD DE UNA LEY DE SEGUNDA OPORTUNIDAD

    Buenos días compañer@s.

    Después de haber leído la entrada en el blog Inquietanzas de Elena Alfaro Águila-Real y la posterior entrada de Francisco Martínez Segovia en el blog de Responsabilidad Social de las Empresas mi opinión al respecto es la siguiente:

    En primer lugar decir que apoyo la idea de reformar la vigente ley concursal para poder dar una segunda oportunidad a las personas que lo necesiten, puesto que todo el mundo tiene derecho a equivocarse alguna vez en la vida, o simplemente tener la mala suerte de tener un trabajo estable, comprarse una casa para vivir, por la cual tenga que solicitar una hipoteca, y perder dicho trabajo, por lo que no pueda seguir pagando la vivienda o lo que sea el motivo por el que solicitó la hipoteca.

    Pero mientras la Ley concursal se reforme, habría que hacer todo lo posible por extender el concepto de Responsabilidad Social de la Empresa.

    El Libro Verde ofrece esta definición sobre RSE: “La RSE es la integración voluntaria, por parte de las empresas, de las preocupaciones sociales y ambientales en sus operaciones comerciales y en sus relaciones con los interlocutores”. Por lo que si las empresas optan por ofrecer magníficos planes de RSE en sus páginas web o en sus parlamentos deberían sentir empatía por quienes les deben dinero y quienes saben que probablemente no podrán llegar a pagárselo jamás y ponerse en la piel de los que los están pasando mal. La RSE debería servir para algo más que para ofrecer “supuestamente” una buena imagen de la empresa, y si dicha definición menciona que las empresas se ocupan de las preocupaciones sociales que mejor manera que crear cauces para rectificar conductas a fin de impedir los suicidios vinculados a las ejecuciones hipotecarias y, más aún, el preocupante fenómeno de "Exclusión Social" por parte de los concursados.

    En definitiva, mientras que los gobernantes no se decidan a corregir la Justicia y hacerla más social, se debería ampliar el concepto de Responsabilidad Social de las Empresas.

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  3. Muy buenas a tod@s:

    Tras haber leído, en primer lugar, la entrada en el blog Inquietanzas de Elena Alfaro Águila-Real y después la entrada de Francisco Martínez Segovia en el blog de Responsabilidad Social de las Empresas, aporto mi opinión:

    Apoyo, de una manera clara y concisa a esta iniciativa; a una rápida e imprescindible reforma de la vigente Ley Concursal de 2003. Luchar por una rápida modificación, así como cuanto antes, ya que se ha perdido mucho tiempo con leyes que no tienen sentido, ni pies ni cabeza, absurdas… visto claramente donde los ciudadanos; el pueblo español se desespera viéndose destrozados sus proyectos de vida: supuesto de trabajo, sus casas…No hay excusas para tardar más, NO MÁS:

    ‘’donde dije digo… digo Diego’’ (como bien nos explica nuestro profesor D. Francisco Martínez Segovia)

    Nuestra sociedad necesita ya, y urgentemente una Ley de Segunda Oportunidad (cambiar la realidad social de nuestra país). Es inmoral, indecente y vergonzoso este caos haciendo que aquellas personas que han perdido su vivienda siguen con una deuda, haciendo que sus vidas se conviertan en una pesadilla: aquella vivienda, trabajo, familia, felicidad etc. por la que tantos años han luchado y ahora, con sueños rotos destrozándoles y quitándoles todo, con obstáculos que sean imposibles de superar.

    ‘’ignorancia, cobardía y políticos…’’ y muy de acuerdo y apoyo estas palabras de Doña Elena Alfaro.

    Nuestro sistema parlamentario es imprescindible que no se pueda dejar en manos de cualquiera, sino ayudar a los ciudadanos y parar esta catastrófica situación, así como la crisis económica por la que estamos pasando y QUEREMOS SOLUCIONES y BUENAS LEYES, con personas responsables y no incapaces.

    Por supuesto, no me olvido de hablar de RSE la cual es muy, pero que muy importante y aplicarla dando un paso más (y grande) hacia adelante. Así, en especial, hago referencia a las instituciones financieras, hincapié en la situación tan desagradable donde los ciudadanos, el pueblo está viviendo continuamente, lo cual he descrito anteriormente. Extender el concepto de RSE debe de ser importante y que deberían de optar las empresas, por la razón de las preocupaciones sociales y evitar así, la ‘Exclusión Social’. Así como se explica en el Blog RSE, hay ideas magníficas o planes de RSE en sus páginas web por ejemplo, deben de sentir empatía y aplicarlo ya que no es una máscara para limpiar la imagen de la empresa.

    RSE, es un concepto que se debe de ampliar y tenerlo en cuenta de manera muy destacable.

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    1. Buenas noches a todos.
      Una vez leído la entrada en el blog Inquietanzas de Elena Alfaro, y la entrada del profesor Francisco Martínez Segovia, he de decir lo siguiente:
      En mi opinión estoy totalmente de acuerdo en que se produzca una reforma de la Ley Concursal de 2.003, esta reforma se realizó en un momento donde España se encontraba en una situación de calma, pero según han pasado los años se han producido grandes cambios, y debido a la crisis financiera que estamos atravesando se ha producido una oleada de concursos, por lo que la Ley debe ser adaptada a estas alteraciones producidas.
      Dicho esto, solo decir que no podemos dejar que sigan actuando como hasta ahora, y que tanta que gente que por desgracia no puede hacerse cargo del pago de su hipoteca, quede en la calle, por lo que deberíamos armarnos de valor y con la ayuda de todos proceder a exigir cambios, unos cambios que hagan la vida de las personas más fácil y cómoda. Es aquí cuando debería entrar en juego también la RSE y ocuparse más por la sociedad para erradicar de algún modo la exclusión social, y no solo dar una buena imagen a las empresas.

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  4. Me ha gustado mucho la entrada de Elena Águila-Real sobre “La necesidad de una Ley de Segunda oportunidad en su Blog INQUIETANZAS, donde empieza hablando sobre el problemático video de Amaral.

    Una vez visto el dichoso video de Amaral, lo que más me ha llamado la atención de su letra es cuando se dirige a los políticos con palabras duras como: “no sé como duermes por las noches, estúpido farsante, si mientes más que hablas. Allí por donde pasan los de tu calaña ya no crece nada. Has tenido mucha suerte hasta ahora. Puede intentar que te perdone Dios, pero no lo haré yo”. Son palabras muy fuertes, pero más de uno de nosotros pensamos todas estas cosas que dice Amaral en su video sobre los políticos.

    También, durante el la canción, el video contiene una serie de imágenes de políticos en mal estado, acompañados de datos. Lo que más me ha llamando la atención es el sarcasmo que han utilizado al final del video con las siguientes palabras: “Ningún animal ha sido maltratado en este video, y le quitan los golpes y heridas a los políticos” y “Algún parecido con la realidad es casualidad”

    Dejando el vídeo aparte, y volviendo con las palabras de Elena, “descubro que tiene razón Marina cuando dice que ningún ser humano es reacio a aprender, muy al contrario: lo deseamos”. Estoy totalmente de acuerdo con esta afirmación. El ser humano desea aprender constantemente. Es cierta la expresión que dice que “uno no se va a la cama sin aprender algo nuevo”, es decir, que todos los días se aprende algo, y es que es verdad. A veces lo aprendemos sin más y otras veces buscamos aprendizaje, formarnos.

    Como bien dice Elena, con la que estoy totalmente de acuerdo, “nuestra sociedad se merece u necesita una ley de segunda oportunidad. Para todos”. Hoy día, las empresas están echando a gente de sus puestos de trabajo, perdiendo, de este modo, a gente valiosa, acción estúpida por parte de estas.

    Necesitamos una ley de segunda oportunidad que no condene a personas decentes a la ilegalidad, como está pasando en nuestros días. Nuestro sistema está en manos de gente incompetente que no sabe manejarlo, gente que nos está dañando a nosotros, a nuestro sistema, a nuestra sociedad a través de sus malas jugadas. No podemos permitir que estas personas nos destruyan pero, no podemos hacer nada, solo mejorar.

    Debemos de hacernos unos a otros una convivencia agradable y fácil de llevar. Yo pienso que debemos de facilitarnos la convivencia los unos a los otros, pero el mundo no es perfecto, la perfección no existe, y no todo el mundo va a realizar actos buenos, el ser humano es humilde, pero también egoísta, no es perfecto.

    La canción de Amaral dice que “Puede intentar que te perdone Dios, pero no lo haré yo”, en cambio, Elena dice que a los políticos se les debe de dar una segunda oportunidad. También dice “asumir la responsabilidad no es pasar una mala noche. Es irse a casa o al juzgado según corresponda. Es decir, cada uno debe de ser responsable de sus actos, pensar en las consecuencia que tendrán sus actos, todo el mundo debe de pensar las cosas dos veces antes de hacerlas, ya que las consecuencias me pueden afectar a mí mismo y puede hasta salpicar a los de mí alrededor. Debo de ser responsable de mis actos, pensando en mí y en los demás.
    (sigue..)

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  5. Finalmente, vemos que Elena no está para nada de acuerdo con Amaral, ya ve necesario la actuación de los políticos. Mi opinión es algo parecida. Estoy muy de acuerdo con el video de Amaral, lo políticos han y están haciendo las cosas muy mal, no pensando en la sociedad. Están llevando a cabo actos que nos están vulnerando a cada uno de nosotros, jóvenes, adultos, ancianos… aunque en parte, también pienso como Elena. Pienso que muchas cosas que han hecho han sido necesarias para salir de la crisis, quizás, no lo han hecho de la manera más adecuada, han sido demasiados estrictos con muchos de sus actos, pero “quien algo quiere, algo le cuesta”. Estamos de acuerdo que estamos en época de crisis, y hace unos años atrás veíamos que iba a ser muy difícil salir a la superficie, pues bien, lo estamos consiguiendo. La recuperación es lenta, teníamos que sacrificar muchas cosas, pero estamos saliendo poco a poco.

    Se necesita una modificación inmediata de la Ley Concursal para poner fin a lo que está pasando en la política. Nuestro profesor indica que “ya ha postulado la convivencia de extender la RSE al ámbito concursal, para hacer de ese nicho socioeconómico y jurídico una nueva “veta” en el que extender sus honestidades. Autenticas y solidarias campañas de RSE”.

    No me quiero desviar del tema, asique sin más digo que los políticos han hecho lo que deberían de hacer, pero no de las maneras más adecuadas, no pensando al 100% en la sociedad. ¿Merecen una segunda oportunidad? Yo pienso que no, aunque todo el mundo merece una segunda oportunidad, pero esta todo tan negro, tan mal… estamos en tiempos de crisis, todo está en juego, y un mínimo error puede costarnos mucho. No estamos para pasar errores, para dar segundas oportunidades. Quizás suene cruel, pero si empezamos a dar sin ton ni son segundas oportunidades, los políticos levan a cabo actos irresponsables, con la escusa bajo el brazo de “si lo hago mal, no pasa nada, ya me darán una segunda oportunidad donde lo hare mejor”, pero en esa segunda oportunidad lo hará peor, y entrara en un círculo vicioso, no haciendo anda en realidad.

    También, estoy de acuerdo con mi compañero Jesús respecto a que las leyes son mejorables. También estoy de acuerdo con que existan otras vías para evitar la exclusión social de personas que lo han perdido todo por apostar, para estas personas, se merecen una segunda oportunidad. Todos debemos de ser responsables con las acciones que realizamos de cara a la sociedad.

    Buenas noches

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  6. Buenas tardes!!
    Después de haber leído la entrada de Elena Alfaro sobre “Inquietanzas”, y la entrada del profesor Segovia en nuestro blog de Responsabilidad social de las empresas. Estoy muy de acuerdo en sus opiniones, ya que es necesario que la ley concursal de 2003 sufra un cambio, tienen que hacerlo, ya que los tiempos cambian y la sociedad pide o solicita que otras necesidades les sean cubiertas. Quiero decir con ello, que España con el paso de los años no se encuentra en las mismas situaciones, y en este momento no tenemos la situación económica que hace unos años atrás, con lo cual la sociedad debe de sentirse respaldada para así poder confiar en que la situación cambiará y que no se produzcan estos destrozos.
    En lo que respecta con la RSE, debo decir que sería importantísimo que la RSE formara parte del cambio de la ley concursal de 2003. Sería un gran objetivo, para así poder ayudar a estas personas que están pasando por situaciones de desesperación.

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  7. Buenas días
    Después de haber leído los comentarios de Elena Alfaro y del Profesor Francisco Martínez Segovia, además de a ver leído una introducción de la ley, mi opinión que es urgente, un cambio la ley, ya que si nos ponemos a pensar esta no ley no es adecuada para la nueva situación e n la que se encuentra el país en estos momentos, la cual ya todos sabemos que no es para nada buena y si continua de esta manera llevara en picada al país.
    Y en lo que se refiere a RSC considero que los políticos deberían de ver más el bien común que el bien personal. Y colocar a personas idóneas en los puestos, es decir personas que en verdad conozcan de determinado tema o situación, para poder así tomar decisiones viables y no ha familiares o conocidos, que lo único que hacen es empeorar las cosas.
    Saludos.

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